En su núcleo urbano destaca la plaza principal en la que se encuentran bellos ejemplos de arquitectura como la “Casa-Palacio Anaya" construida en 1734. Destaca su soberbio portalón adovelado, coronado con un frontón triangular.
La iglesia parroquial data de fines del siglo XVII o principios del siglo XVIII, levantada sobre un antiguo solar perteneciente a un templo románico. Está compuesta por tres naves con cabecera recta destacando una portada cegada con capiteles y un sillar con relieve de personaje togado, elemento que se relaciona con la tradición visigótico-mozárabe.